SOBRE LA PIEL
La piel es el órgano más grande del cuerpo. Actúa como barrera entre el interior y el exterior, protegiéndonos de agresiones y cambios en nuestro entorno. Además, cumple un importante papel en nuestra apariencia e incluso en la autoestima. Es un órgano imprescindible para la vida, a diferencia de otros órganos de los sentidos, como lo son la vista, el oído, el olfato o el gusto.
Por ella y a través de ella podemos intuitivamente leer algunas características de los cuerpos que habitan nuestro contexto.
La relación entre las marcas de la piel y la memoria, ha ido conformando un interrogante para mí a lo largo de mi práctica artística. Me ha llevado a pensar desde la piel no sólo en la fragilidad de los cuerpos, sino en la fragilidad de la memoria y las identidades.
Hay varios hechos que a lo largo de mi vida plasmaron en el cuerpo un recordatorio de lo frágil que es la piel, el organismo todo.
Recuerdo el calor de la sangre que caía sobre mi brazo cuando el cirujano cortó mi vientre en la primera cesárea. La sensación de impotencia en el post quirúrgico de sentir que no volvería a levantarme o caminar. Recuerdo a mi padre limpiar la herida infectada por varios días, pero sobre todo recuerdo la primera vez que vi esa cicatriz en mi cuerpo. Recostada en la cama utilicé un espejo pequeño para poder observar el vientre. Y ahí estaban. Catorce puntos cocidos, catorce nudos hechos con un hilo semejante al piolín de algodón, manchados de sangre seca y pus, separados entre sí más o menos por un centímetro. No sé muy bien por qué, pero en ese momento todo el cuerpo se transformó en eso: una costura precaria propensa a abrirse en cualquier momento. Miro esa herida y la herida me mira a mí. Su presencia a veces se confunde con la mía.
Ya no era un cuerpo entero.
Los cuerpos hablan y la piel cuenta su historia a través de las marcas, de su pigmentación, su textura, sus tatuajes, etc.
Actualmente y siguiendo esta línea la ciencia, la medicina y la tecnología están abocadas a generar productos que eliminen esas marcas: las arrugas, las manchas, las cicatrices y toda aquella evidencia de algún acontecimiento sobre la piel.
Así la creencia en torno a la dicotomía juventud - salud, forma parte de cierta ideología relacionada con la promesa de felicidad.
Cada marca y cada huella, puede ser percibida de manera fragmentaria o en la suma de sus capas en un cuerpo todo. Cada fragmento conforma dermografías donde cuerpos, sentimientos, dolores y preguntas se han plasmado y se cruzan todo el tiempo.
¿Cuál es el límite de la memoria en la piel?
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